Terrenos de Santiago, los terceros más baratos entre las capitales financieras de la región
Según la consultora inmobiliaria Wellcot, en la parte superior de la tabla figuran São Paulo, con un promedio de US$ 3.893 por metro cuadrado; Ciudad de México, que alcanza los US$ 3.646, y Lima, con US$ 3.077. Santiago -cuyos datos se concentraron en barrios de El Golf, Santiago Centro y Huechuraba- promedia US$ 2.444.
Cuando hablamos sobre el precio de los terrenos en suelo nacional, quizás lo primero que se nos viene a la cabeza es el elevado costo de venta y arriendo, sumado a la desaceleración económica de los últimos años, que ha golpeado nuestros bolsillos, y la compleja tarea de encontrar un espacio que se adecue a lo que necesitamos y sea realmente accesible.
Sin embargo, si miramos hacia afuera y nos comparamos con otros países de Latinoamérica, nuestro panorama pareciera ser bastante prometedor.
Un estudio elaborado por la consultora inmobiliaria Wellcot, que analiza los precios de venta promedio del metro cuadrado en las capitales financieras de Latinoamérica, arrojó que Chile se ubica en la parte baja de la tabla. De las ocho ciudades estudiadas, Santiago ocupa el tercer puesto de las más accesibles, mientras en el otro extremo los precios son hasta 37% más caros.
Según el informe, las ciudades de la región que están en la parte superior de la tabla son São Paulo, con un promedio de US$ 3.893 por metro cuadrado; Ciudad de México, que alcanza los US$ 3.646, y Lima, con US$ 3.077. Por otra parte, Santiago -cuyos datos se concentraron en barrios de El Golf, Santiago Centro y Huechuraba- promedia US$ 2.444. La ciudad más accesible del estudio fue Montevideo, en Uruguay, con US$ 1.498.
El director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, explica que "los precios de Santiago corresponden al nivel de desarrollo del país, en comparación con otras ciudades similares.
En ningún caso comparativamente están caros", y agrega que "puede que a algunos les resulte sorprendente, pero la valorización de las propiedades ha sido un fenómeno mundial, que se acrecienta con las restricciones para construir, que están tan de moda en muchos lugares, y en Santiago en particular".
Son varios los factores que inciden en el valor de los terrenos. Por un lado está la actividad económica de cada país. Mientras más saludable es la economía, existe una mayor demanda por parte de las empresas y multinacionales para instalarse en él, y por ende, el precio tiende a subir.
Por otro lado, la población juega un rol igualmente relevante en esta materia, donde Chile, comparado con la región, tiene pocos habitantes. Según el gerente de Estudios de Wellcot Chile, Domingo Burgos, "Tanto en Lima (US$ 3.077) como en Bogotá (US$ 2.883) estás hablando de países que tienen más del doble de habitantes que nuestro país.
Entonces, todo el mundo dice que Perú es Chile hace 20 años, Colombia es Chile hace 30 años. Como la economía siempre está cifrada en expectativas, uno piensa dónde debe fijarse".
Estas mismas expectativas son las que podrían impulsar el precio de los terrenos en el país, sobre todo por estar ad portas de un nuevo gobierno, que ha traído consigo un alza en la mayoría de los indicadores: después de 43 meses, desde mayo de 2014, la confianza de los consumidores, medida por GfK Adimark, salió del terreno negativo en diciembre; lo mismo pasó con el Índice Mensual de Confianza Empresarial, de Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez, que desde abril de 2014 era pesimista y en diciembre dio un vuelco tras las elecciones; los commodities viven un buen momento y la última Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central proyectó un crecimiento de 3,3% para el trimestre enero-marzo, el más alto del segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Domínguez comparte el optimismo del sector: "Creemos que este será un buen año, con crecimientos moderados en lo residencial y algo de repunte en oficinas", pero "sería más cauto en bodegas y comercio".
Burgos asegura que estar en el top 3 de los más baratos es una muy buena noticia, porque significa que hay mucho espacio para seguir creciendo.
"Sería muy complicado estar arriba sin perspectivas, en un país que es chico, porque hay que darse cuenta de que nuestra economía es pequeña. Estamos varias veces bajo nuestros vecinos.
Estamos igual con Perú, pero este país está a tasas de crecimiento superiores. Cuando ellos están al 3% tienen depresión, y nosotros estamos de fiesta", y sentencia: "Va a subir sí o sí, a no ser que caigan mucho los commodities o el país se desacelere muy fuerte".