Las cinco razones que impulsan la suba del riesgo país
Las elecciones, la recesión, el impuesto a la renta, el perfil de la deuda y el contexto global presionan sobre los bonos.
La semana pasada, el riesgo país marcó un nuevo récord en la era Macri. El indicador de JP Morgan que establece cuál es el sobrecosto que Argentina debe pagar para endeudarse superó los 800 puntos básicos. Esto implica que si el país saliera al mercado hoy pagaría una tasa de 11%: los 8 puntos porcentuales a los que equivalen los 800 puntos, más el 3% que paga actualmente Estados Unidos, la base desde la que se mide el costo que deben enfrentar el resto de los países.
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Si bien el país ha estado otras veces en el rango de los 800 puntos e incluso por encima en la última década, esta vez las alarmas se encienden porque el indicador sigue subiendo pese a la estabilidad cambiaria y al apoyo del Fondo MonetarioInternacional, que hace tres meses pactó con el Gobierno un programa de financiamiento por US$57.000 millones hasta el 2020.El miércoles pasado, el FMI aprobó el tercer desembolso correspondiente a este año, por US$7.600 millones.Pese al aval del Fondo, que indicó que el programa de ajuste fiscal que lleva adelante el equipo de Nicolás Dujovne “está dando resultados”, los mercados siguen dudando de la capacidad de Argentina de cumplir con sus compromisos.
En concreto, las dudas se refieren a los vencimientos posteriores a 2020, cuando quien esté en el gobierno tendrá que empezar a pagar la deuda contraída por la administración de Cambiemos con el FMI. Para el 2020 los vencimientos suman US$21.000 millones y para 2021 alcanzan a US$21.500 millones. Si el riesgo país sigue en este nivel, las chances de que Argentina salga a colocar deuda nueva para pagar estos vencimientos es prácticamente nula. Por eso se empezó a especular con que en 2020 el país tendrá que reestructurar su deuda, razón por la cual los bonos que vencen a partir de ese año se vienen desplomando.
La calma del dólar -que lleva 80 días moviéndose más cerca del piso que del techo de la banda cambiaria- no logra contagiar al indicador del JP Morgan. El alza del riesgo país se sustenta en varias razones. Si bien una de ellas es la escalada comercial entre Estados Unidos y China y los temores de que el crecimiento mundial se desacelere en 2019 -lo que hace que los inversores abandonen los mercados emergentes en busca de playas más seguras- la mayor parte de los motivos están relacionados con la fragilidad de la situación local. El efecto ya se siente en la economía real: el Gobierno tuvo que suspender obra pública por falta de financiamiento.
1. La incertidumbre electoral
Suele ser el primer factor que se menciona cuando se hace referencia al alza del riesgo país. Varios analistas indican que la suba del riesgo de los últimos cuatro meses coincidió con la caída de la imagen de Mauricio Macri y con el incremento de las chances de Cristina Kirchner de volver la poder en 2019. “El peronismo es sinónimo de default”, suelta el economista Ramiro Castiñeira, de Econométrica, y dice explícitamente lo que buena parte del mercado susurra. “En Estados Unidos, republicanos y demócratas tienen profundas diferencias pero no ponen en duda la economía de mercado. Acá las fuerzas que chocan se debaten entre poner las cuentas públicas en orden o adoptar un programa de tinte socialista. Eso provoca una tensión en los acreedores que genera que el riesgo país esté en 800 puntos”. Pero la posible reelección de Macri tampoco despeja el panorama. “Con Cambiemos no está asegurado el pago de la deuda. Macri tiene que mostrar que va a poder ordenar las cuentas públicas”, señala Castiñeira. Para Nery Persichini, de GMACapital, “con la reelección no alcanza. Alcanzaría si hubiera un shock de confianza, pero Macri fue dilapidando su capital político. Confió en que el mercado iba a seguir financiando los desequilibrios externos y fiscales por cuatro años”. Pablo Castagna, director de Portfolio Personal, indica que “si a lo largo de 2019 persiste la paridad que hoy muestran las encuestas, vamos a mantener este riesgo país y hasta podría subir algo más. Si Macri logra despegarse, es posible que antes de octubre el riesgo país se ubique por debajo de 700. Puede empezar a crecer la economía y bajar la inflación, pero si sigue el temor al regreso del populismo, el riesgo se va a mantener alto. El populismo genera pánico en Wall Street”.
2. La persistencia de la recesión
El miércoles pasado el INDEC informó que la actividad económica cayó 3,5% en el tercer trimestre, lo que marca que la recesión se profundiza. Y si bien la mayoría de los pronósticos hablan de una recuperación lenta para 2019, los números negativos persistirán por varios meses. Castagna marca que “las principales variables macro este año dieron mal. La suba fuerte en las tasas de interés generó menos crecimiento y la inflación repuntó. Ahora estamos entrando en modo electoral y los tenedores de bonos prefieren no atravesar esa incertidumbre con estos activos”. Persichini sostiene que a estos indicadores negativos “se suma la incertidumbre política por los reveses del Gobierno con el Congreso y con la Corte Suprema. Todo eso también siembra dudas sobre las sostenibilidad de la deuda”.
3. El impuesto a la renta financiera
El Gobierno está a punto de reglamentar el impuesto a la renta financiera, que alcanzará las utilidades de plazos fijos y bonos en 2018. Se pagará entre 5 y 15% de la renta que exceda los $67.000 anuales. Mariano Sardans, CEO de la financiera FDI, pone el foco sobre el impacto negativo del impuesto. “Los minoristas están vendiendo los bonos argentinos y comprando brasileños porque estos últimos están exentos de pagar por la renta financiera. El inversor toma decisiones binarias, no calcula cuánto le deja el bono después del pago del impuesto. Los bonos argentinos aun con la alícuota de la renta financiera dejan más que el brasileño. Esa es la causa de la suba del riesgo país en el último mes. Técnicamente no hay razón para escaparle a los bonos argentinos”. Para Persichini, “tiene poco sentido común gravar la renta financiera en un país con un mercado desfinanciado y pequeño”.
4. El perfil de la deuda
Persichini indica que “a principios de año el riesgo país estaba en 350 puntos y ahora roza los 800. Los 350 no eran reales sino que eran excesivamente optimistas. El promedio histórico argentino roza los 500. A esto se agrega que el peso de la deuda/PBI, pasó de 50 a 80% y además, tres cuartos de la deuda está en moneda extranjera. Todo esto condiciona la capacidad de pago. En 2020 va a ser complejo que el país vuelva a colocar deuda en los mercados internacionales si la tasa es de 12% o 13%”.
Con el pesimismo en alza, crecen las teorías que dicen que en 2020 habrá tomar las cartas de la deuda, barajar y dar de nuevo. “En el peor de los escenarios está el rumor de la reestructuración de la deuda, por eso los bonos más largos están siendo castigados”, señala Persichini. “Tal vez el FMI ya descontaba que habría reestructuración y por eso armó el escenario de este modo”, desliza.
Castagna es más optimista. “Todavía hay chances de que la economía pueda crecer a partir del primer trimestre.Las tasas empezaron a bajar, algunas de las variables ya se están ordenando y no hay un escenario de crisis. Se está hablando exageradamente de default y yo creo que falta mucho para esto.Si se abren los mercados a una tasa de 9%, ahí podés ir rolleando los vencimientos después de 2020. Hay un sobrecastigo en el riesgo país por el temor al regreso del populismo.Si hay reelección el riesgo país baja 300 puntos básicos al menos y la tasa sería del 9%. Es posible seguir adelante sin reestructurar siempre y cuando haya indicios de que va a ir bajando el déficit y la inflación”.
5. El escenario internacional
“Hay un frente externo complejo”, dice Castagna. “Impactan los vaivenes de la guerra comercial entre Estados Unidos yChina, hay indicios de que la economía norteamericana podría desacelerarse y de este modo el déficit podría aumentar más y también hubo datos de menor producción en China. Todo eso genera salida de capitales de los emergentes y por la coyuntura local golpea más a Argentina que a sus vecinos”. De hecho, el riesgo país argentino duplica y en algunos casos triplica al de sus vecinos. Esta coyuntura hace que los papeles argentinos estén más expuestos y los bonos se derrumben ante el peso de la incertidumbre.
Fuente El Clarín ANNABELLA QUIROGA