Autoproducción de Vivienda en México: Solución Innovadora y Sustentable

En México, la problemática de la sobrepoblación urbana ha impulsado la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles en el ámbito de la vivienda. La autoproducción de vivienda se presenta como una alternativa prometedora que no solo responde a la creciente necesidad de hogares, sino que también promueve la sustentabilidad ambiental y social. Según el Centro Terwilliger de Innovación en Vivienda México, seis de cada diez viviendas en el país son autoproducidas. Este fenómeno es más común en los segmentos de menores ingresos, aunque puede darse en todos los niveles económicos.

La autoproducción de vivienda empodera a las comunidades al fomentar la participación ciudadana en la construcción de sus propios hogares. Sin embargo, este proceso puede ser largo y costoso. El tiempo promedio para concluir la construcción de una vivienda autoproducida varía entre 15 y 30 años, lo que implica un sobrecosto de hasta el 30% debido a la compra de materiales al menudeo y a los retrabajos por la falta de una buena asesoría. Este enfoque permite a las personas construir sus hogares de manera autónoma, utilizando materiales locales y técnicas constructivas sostenibles, lo que reduce la dependencia de programas gubernamentales o desarrolladores privados, y contribuye a la generación de empleos locales y al fortalecimiento de la economía comunitaria.

En la reciente presentación de "Mi guía de construcción, buenas prácticas en autoproducción de vivienda", representantes de Rotoplas, Hábitat para la Humanidad, Novaceramic y Bticino discutieron la importancia de normalizar esta práctica mediante una asesoría adecuada. Uno de los principales desafíos que enfrentan las familias que autoproducen su vivienda es la falta de financiamiento. El 64% de estas familias están excluidas del financiamiento formal, por lo que recurren a sus ahorros, préstamos familiares o informales, o esquemas de tandas para construir sus hogares.

La pregunta clave es: ¿puede ser sustentable la vivienda autoproducida? Desde una perspectiva de sustentabilidad, la autoproducción de vivienda en México puede incorporar prácticas ecológicas como el uso de materiales sostenibles, sistemas de captación de agua de lluvia, paneles solares para la generación de energía y diseños bioclimáticos que maximicen el uso de recursos naturales. Estas medidas no solo reducen el impacto ambiental de la construcción, sino que también aumentan la resiliencia ante fenómenos como el cambio climático. Durante la presentación, se destacó la sustentabilidad como un componente crucial de la guía, aunque se mencionaron principalmente en el diseño de ventanales y espacios abiertos para aprovechar la luz natural.

Para que una propiedad en México sea considerada sustentable, debe cumplir con ciertas normas establecidas por el gobierno, tales como: focos ahorradores de mínimo 20 watts en interiores y 13 watts en exteriores, calentadores de gas de paso de rápida recuperación, aislamiento térmico en el techo, inodoros con descarga máxima de 5 litros, regaderas ecológicas, llaves con dispositivos ahorradores de agua en cocina y baño, y válvulas de seccionamiento para la alimentación de agua en diferentes puntos de la vivienda.

Es crucial que las familias que aprovechen la guía gratuita de autoconstrucción consideren la sustentabilidad como una necesidad inmediata. Los beneficios de una vivienda sustentable son numerosos, desde el ahorro en servicios de gas, agua y luz hasta una mejor calidad de vida. La sustentabilidad ya no es un lujo exclusivo de las residencias de alta gama, sino un objetivo fundamental para el medio ambiente y el bienestar de las personas.

La importancia de las viviendas sustentables en México radica en su capacidad para crear entornos urbanos más resilientes, eficientes y saludables. Este compromiso con el presente y el futuro de nuestras ciudades busca equilibrar el desarrollo urbano con el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas. En resumen, la autoproducción de vivienda no solo aborda la necesidad urgente de hogares, sino que también promueve un desarrollo urbano más sostenible y equitativo, que es esencial para el futuro de las ciudades mexicanas.